



Al mismo tiempo, cabe simbolizarlo usando sólo negaciones ya que, siendo el estado de la Absolutividad en sí, no puede poseer ninguno de esos atributos específicos que nos sirven para describir objetos en términos afirmativos. La Primera Estancia describe el estado del Todo Uno durante el Pralaya, antes del primer aleteo de la manifestación que vuelve a despertarse.Įs obvio que tal estado puede expresarse sólo mediante el símbolo describirlo es imposible. Hoy, tantas personas han oído hablar de él, tantos estudiosos del misterio del mundo han notado que alguna fibra íntima de su naturaleza vibraba en respuesta a la sonora resonancia de sus frases, que respondiendo a una demanda real y persistente, aquí están, las Estancias en que se basan los dos más importantes volúmenes de La Doctrina Secreta. La señora Blavatsky, en el prólogo de la primera edición de La Doctrina Secreta, pregunta: «¿quién ha oído hablar alguna vez del Libro de Dzyan?» Se refieren y describen las siete grandes etapas del proceso evolutivo, tratadas en los Puranas, como las “Siete Creaciones” y en la Biblia, como los “Días” de la Creación. Las siete Estancias expresadas en este volumen, representan los siete términos de esta fórmula abstracta. Las Estancias expresan una fórmula abstracta que puede aplicarse, mutatis mutandis (adaptándose a las circunstancias), a toda evolución: a la de nuestra tierra diminuta, a la de la cadena de planetas de la cual la tierra forma uno, a la del Universo solar, al cual esa cadena pertenece y así sucesivamente, en escala ascendente, hasta que la mente vacile, exhausta por el esfuerzo. Gracias a las notas que tomaba El coronel Olcott, un gran amigo y colaborador de Helena Blavatsky, se conocen algunos pasajes de éste misterioso escrito.
